23/4/08

La Fundacion Felix de Azara se solidariza con el Valle

UN INTENTO DE EXPLOTACIÓN DE URANIO EN LA RESERVA HÍDRICA PROVINCIAL PAMPA DE ACHALA VIOLARÍA LA INTEGRIDAD DEL SISTEMA DE ÁREAS PROTEGIDAS DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA.

Desde la Fundación de Historia Natural Félix de Azara, una entidad comprometida con la investigación, el conocimiento y conservación del patrimonio natural y cultural de todos los argentinos, deseamos manifestar nuestra preocupación por el pedido realizado por la Comisión Nacional de Energía Atómica ante la Secretaría de Minería de la Provincia de Córdoba, según expediente 1924 del 2006, solicitando autorización para realizar un cateo en busca de minerales nucleares, en una amplia zona -4.955 hectáreas- que queda comprendida casi en su totalidad en el interior de la Unidad de Conservación que forman la Reserva Hídrica Provincial Pampa de Achala y el Parque Nacional Quebrada del Condorito, y que corresponde al dpto. San Alberto, Pedanía Nono, provincia de Córdoba.

Entendemos que la explotación de minerales nucleares, altamente contaminantes y radioactivos, es totalmente contraria a la esencia misma de un área natural protegida como la mencionada que tiene como principal objetivo, según su decreto de creación Nº 3291 del 31 de marzo de 1999, precisamente proteger las cabeceras de las cuencas y el sistema colector de aguas más importante de la provincia de Córdoba, y por lo tanto no debe autorizarse bajo ningún concepto. En esta área protegida tiene origen cerca del 75% de los arroyos y ríos que aportan agua para el consumo de más de dos millones de personas, tanto para consumo directo como para recreación y riego para producción agrícola.

La extracción de uranio se realiza bajo la forma de la llamada "minería a cielo abierto", una actividad seriamente cuestionada en materia ambiental. En el proceso, se vuelan mediante explosiones grandes volúmenes de roca, que son triturados y sometido a la acción de sustancias altamente tóxicas para obtener el mineral deseado, consumiendo además agua en cantidades muy importantes. Como resultado se generan residuos altamente contaminantes, acentuado gravemente en el caso que nos ocupa por tratarse de minerales con radiactividad, que pueden afectar el aire, los cursos de agua superficiales y filtrarse también a las napas subterráneas. Esto sumado al impacto que de por sí generan las explosiones y la infraestructura necesaria para la explotación del mineral, como caminos, obradores, etc.

En particular, dentro del área comprendida en el pedido de exploración que nos ocupa, se encuentran, entre otros cursos de agua permanente y temporarios, las nacientes de los arroyos Paso Negro, El Mogote, los Caracoles, Las Averías y el Río Chico de Nono. Por medio de este último, las aguas bajan y atraviesan el pueblo de Nono, para luego desaguar en el Río Los Sauces, principal curso de agua del Valle de Traslasierra y uno de los ríos más importantes de la provincia. Este río finalmente embalsa sus aguas en el Dique La Viña o Medina Allende, que abastece agua potable y riego para una importante producción agrícola. En una zona con deficiencias hídricas importantes, estos ríos y arroyos que bajan de las Sierras Grandes proveen un recurso escaso y vital para su población. Además, en su recorrido forman balnearios naturales como Paso de Las Tropas y Los Remansos (Río Chico de Nono) y las conocidas y extensas playas de arena del Río Los Sauces, de gran valor paisajístico, turístico y recreativo, que definieron la fuerte identidad turística de esta zona del Valle de Traslasierra desde tiempos históricos, creciendo año a año.

En consecuencia, no es de extrañar que tanto desde los sectores vinculados al turismo como desde los productores agrícolas del valle, y diversas instituciones intermedias y asambleas de vecinos, haya surgido un enérgico rechazo a este pedido de exploración y la eventual explotación minera.

Por nuestra parte, vemos con alarma que se soliciten pedidos de exploración con el descripto dentro de un área protegida. Además del recurso hídrico, La Reserva Hídrica Provincial Pampa de Achala protege una verdadera isla biogeográfica de gran valor para la conservación de la biodiversidad, por tratarse de un sistema orográfico y biológico único a nivel nacional, continental y global, compuesto de especies animales y vegetales de linaje muy variado. Reúne cerca de 30 taxones endémicos de flora y fauna y constituye un centro de especiación y diferenciació n biológica.

La provincia de Córdoba comprendió su valor y se comprometió con su preservación, creando el área protegida, que además se articuló con el Parque Nacional Quebrada del Condorito, constituyendo un ejemplo en el país de la manera en que la Nación y las provincias pueden unir fuerzas para salvaguardar el patrimonio de los argentinos.

Esperamos, entonces, que en esta oportunidad la provincia de Córdoba refuerce su compromiso ambiental y no autorice el cateo ni ningún otro pedido de exploración o explotación minera, que de producirse estaría violando la integridad del Sistema Provincial de Áreas Protegidas.